Entendì tarde que el Sol admiraba la honestidad de mis colores, mientras que yo simplemente les despreciaba.
Mientras mis colores me abandonan, ellos irònicamente comienzan a asfixiarme.
Algun dìa tendrè que marchitarme, no hay novedad en ello.
¿Tienes necesidad de ser tan cruel conmigo Tiempo?
Quizàs si te oscurezco con mi partida, puede que consiga sorprenderos!
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