domingo, 22 de marzo de 2009
OTOÑO
Como si viniera de todas partes
un violín nocturno entonando un silabario de dudas.
Como si los años fueran de otoño
con caídas sonámbulas de preguntas
y tribulaciones amarillas de interrogaciones.
Un gotario sin ojos, sordo, terrible
se sacude con prestancia de abeja derretida y
comienza a poblar mis días con guirnaldas de aspiraciones.
¿Cómo se enumera el día: con sol y lunas
de leche y rosadas encías,
o simplemente como reloj apuntado por la espera?
Días sin calendarios y estaciones ebrias
¿Cuándo dibujara el nacimiento su aroma
para que yo lo escriba?
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